13 jun 2011

La Fundación Braille del Uruguay se presenta en la Feria del Libro

Manuel Furtado mostrando la máquina para escribir  Braille

La Fundación Braille del Uruguay presenta, al igual que el año pasado, un stand en la 11º Feria del libro infantil y juvenil de la Intendencia de Montevideo. El objetivo es aprovechar esta instancia para hacerse conocer y exponer ante el público todo lo que allí se  realiza y presta como servicio a la comunidad. Según Juan Antonio Saraví, funcionario de la FBU y director de teatro, “nuestra  filosofía ha sido siempre la integración total” y por tal motivo crearon elementos como el libro juguete, la audio descripción y el libro hablado para contribuir con dicho lema.

            Manuel Furtado, ex pasante de la fundación, se encuentra en el puesto y es el encargado de explicarle a la gente en qué consiste el Braille y cómo se hace para escribir mediante este sistema. En el caso de los niños, el público objetivo del evento, se busca atraer su atención escribiéndole a cada uno de ellos su nombre en Braille para que se lo puedan llevar de recuerdo o usar como marcador.
            En los estantes se puede apreciar revistas, folletos, libros y cd´s. Una de las cosas que más llama la atención son los denominados libros-juguete que comenzaron a realizarse en 1979, año del surgimiento del instituto. Los mismos combinan tinta en macrotipo pensada para los de baja visión y Braille. “La FBU fue pionera en pensar que el Braille sólo puede ser muy árido para un niño y que además necesita compartir esa publicación y no quedar con eso ininteligible entre las manos como un bicho raro” afirma Saraví. De esta forma, los más bajitos pueden leer junto a sus familiares o incluso en el colegio. A su vez, la particularidad es que en la tapa se recrea la figura y textura de un animal o una herramienta determinada como por ejemplo un serrucho o una radio.  Según Mariela Viera, ex empleada de la FBU, “se creó uno con una abeja en la tapa porque es algo que nadie va a tocar y un niño ciego menos. Lo mismo con una tortuga o un delfín”. Se apuesta a las cosas menos tangibles, más difíciles de alcanzar en la vida cotidiana. “Se trata de estimular todo porque los libros de los chiquilines tienen muchas imágenes, entonces con esto de alguna forma se trató de aminorar tal carencia”, agrega Viera.
Libro-juguete
            Manuel recuerda con nostalgia haber leído estos libros y las revistas de la fundación cuando tenía 12 años. “Yo nací ciego y no pude terminar secundaria entonces el material que allí se prestaba era un gran aporte”. Sin embargo, hoy día la FBU dejó de recibir el apoyo económico de la Organización de Ciegos Españoles (ONCE) que los ayudó durante treinta años y por tal motivo debieron modificar su matriz financiera, hacer reducción de personal y dejar de producir nuevos libros- juguete porque requieren un gran trabajo artesanal. “Se piensa que después de que un país entra en democracia ya está, se auto gestiona por sí solo y no necesita ayuda extranjera, pero no ocurre así”, aclara Furtado.
            Por tal motivo, están buscando apoyo a nivel nacional tanto en el ámbito público como el privado. Saraví cuenta que el BPS aporta con sus pensiones por discapacidad, también el estado ayuda con la compra del papel y les pide que realicen algunos trabajos particulares. Por ejemplo, tuvieron que  instalar (gracias a una disposición municipal) en todos los ascensores del departamento de Maldonado botonería en Braille. También UTE accedió a enviarles a los usuarios la factura en este sistema para que “la puedan entender y vayan a pagar como cualquier vecino”. En el stand de la feria, cada persona que se acerca es invitada a colaborar mediante el uso de su tarjeta OCA.
            Este año la FBU se ve beneficiada gracias al apoyo de la comisión del Bicentenario. Esta, junto al teatro Solís, la Comedia Nacional, la Secretaría de Gestión Social para la Discapacidad de la IMM y la propia FBU,  propulsaron la audio descripción para algunas funciones teatrales de la Comedia. Esta iniciativa, que ya se empleó el año pasado, implica que se proveerá a la persona ciega con un audífono (el mismo aparato que se utiliza para las transmisiones en simultáneo) por el que escuchará ciertas acotaciones,  “pequeños detalles estéticos o referidos a la acción que aportan información relevante para una comprensión más global del espectáculo”, afirma Saraví. Ese guión se arma mismo en la FBU.
Para la segunda mitad de este año se planea repetir la experiencia en dos obras llamadas “Doña Ramona” y “El inspector”.  Según Juan Antonio, “la idea es desperdigarlo en otros espectáculos para hablar enserio de accesibilidad”. La primera vez el equipamiento fue traído del exterior pero ahora, gracias al apoyo de la comisión, se pretende adquirirlo. Saraví cuenta además que las salas de cine ya están preparadas porque anteriormente se hizo una prueba durante la película uruguaya “Whisky”.
Lo grabado siempre se piensa en función de lo escrito, como suplemento. Esto se ve reflejado en el “libro hablado” que ofrece la fundación. Es decir, que de los 3660 ejemplares que contiene la biblioteca, más de 700 se han venido grabando y produciendo en sus propios estudios desde 1985. “Pensamos sobre todo en las personas que no pueden acceder al Braille por pérdida de sensibilidad”,  explica Viera. Hoy día abandonaron los millones de casettes y  realizan esto de forma digital para que todo aquel que estuviese interesado en recibir una copia pueda llevársela fácilmente en un mp3 o pen drive. Según Saraví, “buscamos también que pueda ser más entretenido, sin alterar el carácter privado que tiene la instancia de lectura para cada uno”.



Casettes utilizados en la FBU





Máquina para producir el sistema Braille

 












La FBU se encuentra en Germán Barbato 1446. Actualmente se puede obtener material en Braille de forma gratuita en todo Montevideo. El resto de los servicios requiere una cierta bonificación anual.



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