La primera maratón de lectura del Quijote en nuestro país incluirá a dos personas ciegas que leerán en braille. El evento, enmarcado en el Bicentenario y coincidiendo con el Día del Libro, comenzará el jueves 26 a las 10 de la mañana finalizando al día siguiente a la misma hora. Según Eliane Barquet, responsable de la oficina de prensa de la Embajada de España, “la idea es que sea un ciclo ininterrumpido de lectura durante 24 horas”.
Las dos personas ciegas que participarán son ex profesoras de la Fundación Braille del Uruguay (FBU), las cuales fueron recomendadas por Juan Antonio Miguel Saraví, director de teatro y actual docente de la institución. Una de ellas, Mariela Viera, explica que aprendió a leer utilizando este sistema, el único de lectoescritura, a los diez años, luego de perder progresivamente la visión. “Cuando uno no puede ver, las manos pasan a ser la herramienta fundamental, son el nexo que tenemos con el entorno, por eso hay que estimularlas”, afirma.
Por tal motivo, el primer paso es instruirlos en el manejo de sus manos, trabajando la sensibilidad. Según Viera, una persona no vidente toca todo y se lleva las cosas a la boca para poder reconocer texturas, materiales. A su vez, explica que no es lo mismo aprender desde chico que cuando uno es adulto. “Cuanto mayor es la persona, tiene las manos más curtidas y se torna difícil, porque el tacto queda muy resentido”. Es fundamental considerar esto ya que el braille es en esencia relieve y se necesita tener este sentido muy bien entrenado.
El dedo que se utiliza es el índice ya que es el más sensible por naturaleza y está mejor desarrollado para captar estímulos. Según Viera, esta característica no es percibida por quienes poseen visión normal ya que no lo necesitan tanto. “No es casual, por ejemplo, que se lo utilice para señalar. Es el dedo conductor, el que más responde” afirma.
Pese a que en Uruguay aun no se han hecho censos sobre el número de personas ciegas que habitan en el país, la directora de la FBU, Antonia Irazabal, estima que la cifra ronda en 6000, incluyendo a aquellos individuos que tienen baja visión. Sin embargo, no todo el mundo aprende braille. Esto se debe a que, según Viera, tanto el bastón como el braille son procesos muy difíciles de aceptar. “Algunos intentan y sienten que no pueden, otros directamente aun permanecen recluidos en sus casas por esta discapacidad”.
La edición en braille que se estará utilizando el jueves a las 21 horas en el hall del Auditorio Nacional Adela Reta, es un Quijote ilustrado de gran tamaño que responde a un préstamo realizado por la biblioteca de la Universidad de Montevideo. Según Esther Pailos, directora de la misma, cuentan con la colección más grande de Latinoamérica, con más de 12.200 volúmenes en 26 idiomas diferentes. “Fue una donación del español Arturo Xalambri y nosotros le damos a la Embajada de España todos los libros que están en lenguas difíciles de conseguir”. Por ejemplo, Pailos va a estar leyendo en checo así como otros lo harán en catalán, hebreo, guaraní, etc. La idea es que se respeten las lenguas maternas de las más de 400 personas inscriptas para el evento.
Según Juan Carlos Ariztegui, funcionario de la embajada, “Queremos incluir a todos, que la gente pueda leer en su propio idioma” Con respecto al Quijote en braille, afirma que es un libro “espectacular, nuevo, con un montón de imágenes”. Cabe recordar que en ese caso las ilustraciones siempre tienen una descripción para que la persona pueda percibir qué es lo que se está mostrando. A su vez, explica que se intentan destacar algunos logros como el Plan Ceibal ya que una niña de la Escuela Brasil abrirá el ciclo leyendo desde su ceibalita. Figuras reconocidas como Lucía Topolansky, Jorge Batlle y Pedro Bordaberry también estarán participando.
Cada inscripto tiene asignado un horario y leerá durante no más de cinco minutos, exceptuando en la madrugada en donde al haber pocos postulantes se extenderá la duración para cubrir eventuales huecos. Los jefes de lectura le indicarán a la persona qué fragmento le corresponde leer tan solo unos instantes antes de comenzar.
¿Sabías qué?
El alfabeto braille fue creado en 1825 por Luis Braille y parte de un signo generador formado por seis puntos. De ahí se obtienen 64 combinaciones que, como resultan insuficientes, se acude a los denominados “símbolos dobles” para cubrir todas las letras así como los números y los símbolos de puntuación. Los puntos tienen un tamaño diseñado especialmente para poder ser captados por las terminaciones nerviosas de la yema del dedo.
Actualmente en Montevideo se enseña braille en las instalaciones de Unión de Ciegos del Uruguay (UNCU), en el Centro de Rehabilitación para Personas Ciegas y de Baja Visión (CACHÓN), en la Biblioteca Pedagógica y la Biblioteca “Delmira Agustini” perteneciente a la Intendencia Municipal de Montevideo.